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Las redes sociales son una pecera y no todos los peces son de colores

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Elaine Vilar Madruga.

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No es un secreto. Las redes sociales son, cada vez más, parte inseparable de la comercialización de la obra y juegan además un papel determinante en la visualización —regional y mundial— de los autores. Más que una herramienta, las redes sociales se han convertido en un mundo virtual con sus propias leyes, códigos y procedimientos. Son innegables sus beneficios y de ellos ya me he encargado de hablar en un artículo previo, en cuyas conclusiones lanzaba dos preguntas a manera de provocación:

¿Acaso las redes sociales no tienen desventajas? ¿Cómo evitar que las redes sociales entorpezcan nuestro trabajo creativo o nos desafíen más allá de nuestras verdaderas posibilidades?

En mi experiencia creativa, las redes han sido instrumentos muy útiles. Por eso, considero que es indispensable no solo conocer las múltiples ventajas que su uso puede acarrear, sino también las desventajas/contratiempos/problemas que las redes sociales traen consigo. 

Desventajas de las redes sociales para un escritor

1. Las redes sociales pueden robarte tiempo de creación. Si no te propones firmemente usarlas como una herramienta promocional o como un medio de comunicación personal al que dediques unas poquísimas horas de tu día, las redes sociales pueden practicamente atarte a ellas. Es cierto, sus contenidos suelen ser visualmente atractivos, relajantes, los memes aligeran la carga de nuestros días y, además, en ellas puedes encontrar la obra maravillosa de otros artistas conocidos y desconocidos. ¡Ah, y que no se olvide!, también existe flujo de información personal en las redes: fotos atractivas de amigos en sus vacaciones, críticas sociales y personales, aniversarios de bodas, noticias de embarazos, entre otras muchísimas combinaciones que hacen que el mundo digital sea tan vívido, o más, que la experiencia de lo real. Es este mismo movimiento, que tanto nos atrae, el que muchas veces hace que nuestras vidas en las redes sociales nos hagan perder tiempo de creación. Como gran parte —yo diría, la mayor parte— de los escritores y artistas latinoamericanos no tienen la posibilidad económica de contratar a una persona que maneje sus redes sociales, es preciso entonces aprender a simultanear tareas en vista de ganar mayor tiempo de creación. Por eso, te recomiendo que emplees en las redes menos de una hora y media diaria. Esa cantidad de tiempo debería ser suficiente para promocionar tu producto artístico, comunicarte con amigos y familiares, y además visitar enlaces de tu interés. No malgastes tu preciado tiempo de creación. 

La importancia de generar contenidos de interés

2. Publicar contenidos repetidos puede hacer que tu Página de Autor o tu perfil no resulten de interés para usuarios y/o amigos. Intenta siempre que tus contenidos sean variados. No te concentres en repetir una misma información más de tres veces, porque abrumarás a los usuarios que te siguen y harás que muchos desistan de leerte. Sé equilibrado. Promociona tu producto y dale tiempo a los usuarios para que lo conozcan. La cantidad de Likes de una publicación no es proporcional al éxito de, por ejemplo, un libro que vayas a lanzar. No te angusties si no obtienes las reacciones deseadas. Las redes sociales son también un juego —a veces amistoso— entre tu contenido y los usuarios que navegan. Sé creativo y variado. Di no a la monotonía. Intenta ofrecer no solo noticias relacionadas con tu propia obra, sino también con la creación de otros autores, entrevistas, comentarios sobre determinado tema, comparte enlaces de tu interés. Las combinaciones para hacer que tu Página de Autor o tu perfil sean interesantes son muchas. Recuerda la importancia de la visualidad/imagen a la hora de mostrar un producto. 

Los contactos indeseados y los perfiles falsos 

3. Contactos indeseados. Llegará un punto en que comenzarán a escribirte, con propósitos múltiples, personas con las que no deseas dialogar o que han llegado a tu perfil o página con propósitos no profesionales o, simplemente, agresivos. Puede, incluso, que te lleguen mensajes de odio, provocaciones, reacciones adversas y críticas diversas desde perfiles reales o —esto también me ha sucedido— perfiles sin identidades declaradas o perfiles con identidades falsas. Puede, incluso, que muchos de estos mensajes sean repetitivos, ofensivos y lacerantes a tu dignidad creativa y personal. Aunque el mundo de las reacciones humanas es extenso y tú puedes elegir cómo proceder según cada caso en particular, mi recomendación es la siguiente: tus redes sociales son semejantes al mundo real en muchos sentidos; por ende, no permitas que se conviertan en un espacio tóxico. Existe la opción de bloquear usuarios y, además, denunciar perfiles. Bloquear es una opción que te ofrecen todas las redes sociales y es un simple hecho que consiste en pulsar un botón, ¡tan fácil como eso! Si decides denunciar, hazlo con una causa justificada y con elementos probados, ya que entraña un peso mayor. En cualquiera de los casos, no entables debates con personas que deseen provocarte, a menos que consideres que te encuentras en un diálogo intelectual que resulte, estrictamente, de tu interés. No permitas que nadie haga de tus redes un espacio claustrofóbico. 

Contenidos públicos y privados 

4. Tu vida, tanto la creativa como la personal, estará en mayor o menor medida expuesta a la vista de otros usuarios. Por eso, te aconsejo que decidas con tiempo y claridad cuáles son los contenidos que das a conocer a tus amigos y seguidores, ¿contenidos de tu vida pública?, ¿contenidos que incluyen algún elemento de tu vida privada? Si tus redes son un espacio mixto, donde se entroncan ambas aristas de tu existencia, debes saber que expones una parte de ti a los ojos y conocimiento de otros usuarios. Mi recomendación es que delimites tus publicaciones de contenido personal al conocimiento de amigos (nunca al público). Facebook, por ejemplo, te ofrece esta opción. Otro buen recurso es crearte una Página de Autor, en la cual podrás compartir tus contenidos profesionales exclusivamente. No pasa nada si decides mostrar tu vida en las redes, solo tienes que saber manejar las reacciones de los otros y saber, de antemano, que les has otorgado un conocimiento de ti que va más allá del área profesional. 

La relación con tu ser creativo

5. Medir el éxito de tu vida profesional por el éxito que tienes en las redes sociales en un gravísimo error. Las redes sociales son un mundo sutil. En ellas se mezclan los amigos, los familiares, los seguidores, los que aprecian tu trabajo, los que lo odian, los que nunca han leído nada tuyo ni les interesa, los que lo han leído todo de ti y piensan que eres el peor escritor de tu generación, el que te admira pero te envidia, el que alaba todas tus publicaciones pero en el fondo tiene la certeza de que nunca llegarás a ser nada. Existe cortesía social, odio y afecto. Emociones en su estado puro y otras con doble —y triple— capa de disfraz. Si te imaginas que el éxito en tus redes sociales te convierte en un buen o mal autor/creador, entonces no has entendido nada de ellas. Las redes sociales son un espacio donde uno comulga con entidades y reacciones virtuales. La cantidad de Likes de una publicación no condiciona las ventas de tu libro. La cantidad de visualizaciones de un video no son señal de la calidad de tu poesía. Puedes tener miles de reacciones positivas a una foto y eso no significa que esas miles de personas hayan comprado un solo libro tuyo. Dicho en otras palabras, no permitas que las redes sociales determinen tu relación con tu creación ni que dinamiten —o glorifiquen— tu vínculo con el ser creativo que eres.   

La autenticidad en las redes sociales 

Seguro ya te habrás dado cuenta si eres un usuario de redes: el mundo real y el virtual cada vez comienzan a parecerse más. A veces esta impresión no es más que un espejismo. Otras, una verdad contundente. En cualquier caso, conocer las redes y publicar contenidos acordes a estas han de ser prioridad para el creador en estos días. Sortear sus obstáculos no ha de ser, por necesidad, nudo gordiano ni tarea hercúlea. También, como en la vida, esta es una cuestión de práctica.

Te invito a poner manos a la obra. 

¿Una última recomendación? Intenta que tus redes se parezcan siempre al ser humano que eres en la realidad. No vendas una imagen falsa ni de tu intelecto, ni de tu literatura, ni de tu persona. Sé auténtico. La autenticidad radica en conocer, de punta a cabo, al ser creativo que eres y utilizar lo mejor posible tus capacidades para poner en movimiento la obra de arte. 

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