Por Rayma Hernández García.
Desde hace algunos años corrían ciertos humores de que el caricaturista cubano Alfredo Lorenzo Martirena Hernández (Santa Clara, 1965) andaba colando su línea entre dos, y recientemente D’ McPherson Editorial acaba de publicar contundentes pruebas: cerca de 80 caricaturas e historietas agrupadas en el libro ‘’Amor en línea de 2’’.
Las huellas inconfundibles de su trazo —sencillo como solo puede lograrse con la síntesis de la madurez— lo sitúan en alcobas donde el amor hace milagros o es un milagro que se haga el amor; en cementerios, donde reposan fieles e infieles difuntos…; en consultas médicas, hospitales, parques, playas, bares…, y en otros sitios donde uno quiere ser dos; dos son uno, o están en peligro de que aparezca un tres.
En sus incursiones por el mundo de las parejas, Martirena —multipremiado en Cuba e internacionalmente— ha visto mucho y ha pintado más aún. Desde un viejo amor por correspondencia hasta el instantáneo amor a primer selfi; de la relación antidepresiva a la pesadilla sexual; desde la separación que vacía las almas hasta la unión que quiebra las arcas.
Y no solo las firmas, digitales o caligráficas, sino también las pruebas de humorología practicadas a cada página confirman la autoría: huelen a Melaíto, publicación nacida en Villa Clara, centro de Cuba, en 1968, y que desde hace 36 años tiene en Martirena a uno de los culpables de que su humor criollo sea universal.
Un humor criollo universal
Por eso, los muchos que han sido flechados por la línea del caricaturista cubano pudieran amar o desamar en cualquier parte. Sin importar la edad, la profesión y el sexo, podrían vivir tiempos en los que abrasa la pasión o en los que apenas nos abraza el recuerdo.
Habrá quienes se sentirán pillados en su menos favorable condición física, y peor aún, en su más reprochable conducta. Pero, le sería insuficiente clausurar las puertas y ventanas de casa y a todo su alrededor, porque Martirena dibuja más de lo que ve, genialmente, crea. Esa es su ventaja, y también la nuestra, porque luego de revisar las pruebas impresas, ya disponibles a través de Amazon, una vez más comprobará que, hasta lo que más nos aleja de la pareja: el abuso, el maltrato, la traición, la intolerancia, el celo corrosivo y el interés…, venga de uno u otro de los «2», es condenado con humor.
Claro, si quiere sentirse seguro de que así sucederá en su caso, le aconsejamos que se haga de esas pruebas, las analice una a una, y luego, dé su veredicto. Si le arrancan más de una sonrisa divertida y reflexiva, entonces usted será de los miembros del jurado que vote a favor de que la línea inteligente, sensual, juiciosa y divertida de Martirena, siga colándose hasta en las alcobas para lograr la definitiva absolución del amor y el humor.
Tomado de la revista de humor gráfico ‘’El Batracio amarillo’’, septiembre del 2020
Le recomendamos: libro Amor en línea de 2; biografía de Alfredo Lorenzo Martirena.