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Historias de personajes infantiles (II)

Por Enrique
Pérez Díaz

Hablar
de los personajes que uno crea es bastante complicado, porque de alguna manera
—en realidad, de muchas maneras— son parte de uno mismo. Pero lo intentaré:
¿Quiénes son los Pelusos?

El
Peluso y la Pelusa. Ávido lector él, aventurera ella, siempre discutiendo, con
un arcén de disfraces para cambiar su apariencia, escapados de casa, mirando
cuanto ocurre en su barrio, eternamente enfrentados a las más intrigantes
aventuras, a veces en compañía del investigador policial Migue, de la tía
alocada Agatha o de la hermosa y despistada Florecita Chang, los pobres adultos
que constantemente deben andar sacando a estos inquietos chiquillos de los
problemas que su tremenda curiosidad y entusiasmo justiciero les crea.

Hasta
el presente, se publicaron varias aventuras de Los Pelusos en aquellos libros
tan chiquitos que, cuando te descuidabas, ya se habían escondido por algún
rincón de tu casa y, por esos misterios de los libros, casi resultaba un verdadero
problema volverlos a encontrar.


La
avidez de los personajes por la investigación y la aventura

Los Pelusos. Cuentos
policiales, fue una selección de las más
excitantes aventuras de estos “detectives” aficionados quienes, siempre, a
cualquier hora y lugar, están dispuestos a encontrarse con los misterios como
si se trataran de alguna especie nueva de Hércules Poirot, Sherlock Holmes o
Miss Marple en miniatura.

Aparecen
en esa selección desde el primer misterio que enfrentaron Los Pelusos —el ya
mencionado “Aventura nocturna”, quizás el mejor porque fue aquel donde
debutaron como investigadores— y, a la vez otros posteriores como aquel que se
llama precisamente “La cometa siete colores”.

Con
ese último, se inició una serie de aventuras que ahora publica la editorial D’
McPherson bajo el título de “Florecita Chang y los misterios del barrio chino”
y es que cada uno de estos cuentos siempre tiene algún elemento de la cultura
china en su argumento: “Porcelana de Cantón”, “Intriga en torre Penjing”,
“Misterio de los almohadones desaparecidos”, “La diadema de la emperatriz
celestial” y “Dragones en la ciudad”, entre otros.


El
vínculo de los personajes con la cultura asiática

A
medida que Los Pelusos se han ido haciendo amigos de Florecita Chang, ella les
ha acercado al enigmático mundo de sus ancestros asiáticos. De ese modo nacería
todo un libro que refleja estas aventuras bajo el título Aventuras de los Pelusos: El misterio en el Barrio Chino.

Como
personajes caprichosos y ocurrentes que son, Los Pelusos se comportan a veces
de manera bastante peculiar, incluso conmigo que he escrito todas sus
aventuras. En ocasiones, durante meses, incluso años, no se dejan ver, tampoco
sé nada de ellos, se alejan de mí y ni siquiera son capaces de enviarme un
arrugado y polvoriento telegrama lleno de huellas dactilares o manchas
sospechosas para contarme por dónde andan y en qué nuevo lío se han metido esta
vez.


La
aparición de los personajes en el mundo radial

En
cambio, otros días vuelven para relatarme bien bajito, al oído, sus
emocionantes aventuras, para que luego yo se las cuente a todos los niños (y
menos niños) que las leen o que las escuchan por la radio, porque hace cuestión
de cinco años, de la mano de Olga Marta, comencé un rescate de la saga para un
espacio de la emisora Habana radio.

Redescubrirlos
en la voz de actores como mi admirada Corina Mestre y otros, me ha devuelto una
nueva imagen de los Pelusos, que se han adaptado a las mil maravillas al
lenguaje radial y cada semana sorprenden a sus oyentes con un nuevo misterio
que descubrir.

Es
así como, de este modo, regresaron varias veces al misterioso Valle de las Tortugas
Azules, viajaron a Venecia, han estado en una casa embrujada, en un poblado que
tomaron unas enloquecidas brujas y han tenido todo tipo de encuentro con
maleantes y hasta fantasmas o criaturas maléficas de la noche de la peor
especie. Así que, si un buen día lees una aventura de Los Pelusos o las
escuchas por la radio, ya vas conociendo su historia… y aunque pases un poco de
miedo, te divertirás mucho…